CAMPEANDO: DE CANTERAS Y HUMEDALES

¡Muy buenas!
He encontrado un sitio muy chulo a una media hora de mi casa que desconocía y ha sido todo una sorpresa: una antigua cantera abandonada que se ha convertido en un magnífico humedal. Una zona tranquila, no muy grande, pero lo suficiente como para que haya bastante biodiversidad y los animales estén tranquilos.
Os lo resumo en una imagen y os lo detallo posteriormente en texto la experiencia de las observaciones:



Localidad: **********
Día: 10/08/2021
Hora: de 17:30 a 19:00
Temperatura: 32º
Humedad: 66%
Viento: 2 km/h dirección Nordeste

Elegí el sitio porque había visto en una app de ciencia ciudadana que era un lugar con bastantes observaciones. Pregunté a pajareros de la zona y hubo quien me la recomendó encarecidamente. Tenía razón. 

Durante el camino estuve rastreando el barro del camino: muchas, muchísimas huellas de zorro indicaban que era una zona muy transitada por uno o varios de ellos. También vi huellas de conejo e incluso hice la observación directa de un ejemplar.
Aunque llegué a una hora en la que el Sol todavía picaba en cuanto giré unos montones de tierra excavada y me vi de golpe la charca supe que el sitio era bueno y que merecía pasar un buen rato en él. Una vez encontrado un punto medio entre tener una buena visibilidad y una buena sombra preparé el telescopio, los prismáticos y la guía de aves. Pronto empezaron a verse resultados.

Primero busqué en el agua, pues era donde había una mejor visibilidad. Como era de esperar varios individuos de las 3 especies más habituales en este tipo de hábitat nadaban en ella: fochas comunes (Fulica atra), gallineta (Gallinula chloropus, de las cuales 2 eran juveniles) y ánades azulones (Anas platyrhyncos, hembras y machos iniciando ya el plumaje de eclipse). Para quien no sepa qué es el plumaje de eclipse lo explicaré: muchas anátidas, una vez finalizada la época de reproducción y antes de la época de la migración mudan todas sus plumas de las alas y las regeneran por otras nuevas que, al estar en mejores condiciones, suponen menos gasto energético de cara a un viaje tan largo como son las migraciones. ¿Qué ocurre? Pues que las anátidas estas plumas las renuevan todas a la vez, haciendo que el animal sea durante el proceso incapaz de volar. Por eso mismo se pierden los colores tan llamativos que tienen durante la época de cortejo y pasan a tener un plumaje mucho más pardusco ya que ahora en esta situación la prioridad no es estar colorido y "guapo" (recordad que el concepto de belleza no existe en los animales, es un concepto creado por el ser humano) para atraer a una hembra, si no tener unos colores discretos para pasar desapercibido ya que ante un peligro el individuo sin plumas no está capacitado para su mejor técnica de huida: volar.
También volaban a ras de superficie en el interior de la charca Golondrina común (Hirundo rustica) y aviones comunes (Delichon urbicum). Como cada vez hay más golondrina daúrica (Cecropis daurica) por aquí estuve un rato mirando a ver si había algún individuo mezclado pero no fui capaz de ver ninguno.

Lo siguiente fue oír un sonido como de burbujas bajo el agua pero en el aire: ¡Abejarucos! (Merops apiaster). Varios individuos juntos (¿quizás se preparaban o estaban ya migrando?) volaban cercana a la pared vertical que en su momento forjó la cantera. Como esta especie gusta de anidar en taludes es posible que esa misma pared la usen para hacer allí sus nidos.

Volví a la charca, esta vez para curiosear un poco la orilla. El estiaje había dejado una pequeña zona de limo, no muy grande, pero lo suficiente como para que 2 lavanderas blancas (Motacilla alba) caminaran con sus pasitos cortos pero rápidos por ella en busca de invertebrados de los que alimentarse. Desde el cañizar de la izquierda se oía un ruiseñor bastardo (Cettia cetti). Al fondo, en el pinar de enfrente a donde me encontraba y por encima de la charca, graznó un arrendajo (Garrulus glandarius, especie a la que le dediqué esta entrada, por si quieres conocer más sobre ella). A lo largo de la tarde también se escuchó en ese pinar paloma torcaz (Columba palumbus), herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus) y mosquitero común (Phylloscopus collybita).

La especie que más me llamó la atención en la salida de hoy fue escuchar en ese mismo pinar un pico menor (Dryobates minor) pues es una especie con la cual apenas tengo experiencia.

Un reclamo de curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) sonó entre los arbustos de retama. Le dediqué unos minutos a la parte arbustiva de la zona y tuve la suerte de ver un bando de gorriones chillones (Petronia petronia)

Como no todo iba a ser mirar hacia abajo levanté la mirada y.... ¡no lo pude hacer en mejor momento!: Un águila culebrera (Circaetus gallicus) me deleitó con una observación fantástica: de cerca, lenta, con buena visibilidad, larga.... Maravilloso, de verdad. Ahí estuve observándola embobado un buen rato, tomando nota mental de cómo colocaba sus alas a la hora de desplazarse. Cuando finalmente desapareció detrás de un árbol volví a mirar al agua: Una última especie, un par de zampullines chicos (Tachybaptus ruficollis), me despedía en la tarde de hoy. La observación la verdad es que no fue buena pero su tamaño y su forma de actuar zambulléndose no dejaba lugar a dudas. Por cierto, quiero acabar la entrada con una pequeña observación sobre esta especie: tiene las patas colocadas muy atrás en el cuerpo para propulsarse bajo el agua de una forma eficiente. Pensad en la hélice de un torpedo y dónde está situada... pues es lo mismo. De hecho esto pasa con muchas especies que utilizan sus pies y no sus alas para sumergirse como por ejemplo los cormoranes y los pingüinos y de ahí que tengan una pose tan vertical ya que al tener las patas tan atrás no pueden poner el cuerpo de forma horizontal como otras aves ya que por peso se vencerían hacia adelante...

Volví a mirar hacia arriba. Un bando grande de vencejos comunes (Apus apus) migraba. Mi ave favorita, la que llevo tatuada en mi antebrazo izquierdo. Un ave increíble como puedes leer en esta otra entrada que también le dediqué.

En fin, un sitio que ha sido un gran descubrimiento. Volveré, a poder ser de madrugada o al atardecer. Con tanto calor no era el mejor día para explotar el lugar. Es más, volveré y grabaré con una grabadora ambiental los sonidos del sitio. Así que atentos al capítulo II de esta entrada... ;)


Hasta aquí la entrada de hoy, espero que os haya gustado.
¡Muchas gracias por dedicarme vuestro tiempo en leerme, hasta la próxima!




Comentarios

  1. Que suerte encontrar un sitio nuevo cerca de casa. ¿Puedes decir el nombre de la app que comentas?.

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    1. Vale, acabo de ver la app en otra entrada del blog, jajaja.

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