¡Muy buenas!
Pues los que tenemos niños en casa con esto del confinamiento tenemos que buscar herramientas y recursos para tenerlos entretenidos tantos días encerrados en casa....
Aportaré mi granito de arena: si a vuestros hijos les gusta la naturaleza aquí os pongo un pequeño cuento para que les contéis, espero (como siempre) que os guste y que aprendáis (aprendan) algo con él. Ahí va:
- ¡Papá, hemos encontrado restos de un
pájaro! ¡Ven, que te lo enseñamos!
- A ver, ¿dónde?
- Mira, aquí está. ¿Qué crees que le ha
pasado?
- Bueno, hay muchas plumas en el suelo,
pero el pájaro no está… seguramente lo ha cazado algún animal y se lo ha
llevado a otro lado para comérselo tranquilamente…
- ¿Quién crees que lo ha cazado?
- Mira, fíjate bien: esta parte de aquí
con forma de palillo se llama “cañón”, y es la que une la pluma al cuerpo del
ave. Cuando el cazador es un carnívoro como por ejemplo un zorro, el cañón
aparece cortado porque ha sido mordido. Sin embargo, si el cazador ha sido una
rapaz como un águila o un halcón, la pluma está arrancada limpiamente o con
marcas muy sutiles. ¿Cómo te parece que está aquí?
- Yo no veo que esté rota…
- Perfecto, ahora ya sabemos que ha sido
una rapaz. Ahora piensa bien: ¿dónde estamos?
- En un bosque.
- ¡Fantástico! Rapaces del bosque que
cazan durante el día hay dos, ¿las conoces?
- No…
- ¡El gavilán y el azor! El gavilán se
alimenta de pequeños pajarillos. El azor es un pájaro muy muy parecido pero es
bastante más grande y al tener más fuerza puede cazar tanto pajarillos como
pájaros de tamaño medio. Este pájaro que han cazado, ¿qué tamaño crees que
tenía?
- Las plumas son medianas. Será un
pájaro de tamaño mediano.
- Sí, era uno de tamaño mediano. Así
pues, sabemos que lo ha cazado un ave rapaz, que es un ave que caza en el
bosque y que es suficientemente fuerte como para cazar pájaros mediano…¡El azor!
- ¡Somos detectives! ¡Y hemos resuelto
el misterio!
- Jajaja, si somos detectives,¡ pero el
misterio aún no está resuelto!
- ¿Cómo que no? ¡Hemos averiguado quién
es el asesino!
- ¡Sí, pero no sabemos cuál es el ave
cazada! ¡El rompecabezas aún no está resuelto!
- ¡Oh, es cierto!
- Haremos una cosa: vamos a recoger unas
cuantas plumas y lo acabaremos de investigar en casa. Papá tiene unas guías muy
completas con las que podremos averiguar qué pájaro ha sido la víctima e
incluso situar la pluma en el cuerpo del ave para saber cuál es exactamente de
todas las que tiene.
- ¡Muy bien! ¿Y entonces ya sí que
estará resuelto del todo el misterio?
- Bueno, para acabar de hacerlo perfecto
del todo, haremos lo que hace un detective cuando finaliza un caso: un informe.
- ¡Guay! ¡Cómo lo podemos hacer?
- Pondremos la pluma en nuestro cuaderno
de campo enganchada con celo y la rellenaremos con toda la información que
tenemos: día, mes, año, lugar, hábitat, nombre de la especie predada, tipo de
pluma, número de pluma y nuestra teoría de que la ha cazado el llamado “pirata
del bosque”
- ¿El pirata del bosque?
- Sí, así es como se le llama al azor.
¡Es un cazador temible! Tiene unas alas anchas y una cola larga y estrecha que
le permite maniobrar y volar rapidísimamente entre los troncos de los árboles.
- ¿Para aparecer de golpe y cazar por
sorpresa?
- ¡Efectivamente! Además es muy curioso
porque esta especie tiene lo que se llama “dimorfismo sexual”, que es cuando el
macho y la hembra son diferentes. En este caso las hembras de azor son bastante
más grandes que los machos y eso lo utilizan repartiéndose las presas: los
machos, las presas pequeñas; y las hembras, las más grandes. De esta forma son
mucho más eficientes a la hora de explotar los recursos para alimentarse que
puedan tener en su territorio.
- ¡Increíble!
- Pues sí, además hay otra cosa muy
curiosa: sólo la hembra le da de comer a los pollos. El macho no lo hace nunca.
Y se puede dar la situación de que la hembra muera por algún motivo (las más habituales
son disparo o electrocución) y que si los pollos siguen siendo muy pequeños,
mueran todos aunque estén rodeados de comida que el padre les lleva una y otra
vez porque éste no sabe introducírsela en dentro de la boca. A esto de darles
de comer se le denomina “cebarlos”. ¿Y a que no sabes cuáles son sus presas
favoritas? ¡Los córvidos!, que son los cuervos y sus aves familares.
- ¿En serio?
- Sí, sobre todo les gustan las cornejas
y las urracas, pero ¡ojo!, esto no es fácil para el azor aunque es un cazador
casi perfecto. Es más, a veces incluso es peligroso para ellos.
- ¿Ah, sí? ¿Por qué?
- Porque las cornejas y las urracas
hacen una cosa que muy pocas aves hacen: ¡Se defienden colectivamente! Y varios
de estos pájaros atacando a un azor puede ser peligroso para él, porque pueden
lesionarlo. Y si se lesiona ya no es tan eficaz cazando, y una rapaz que no
caza no tiene muchas posibilidades de sobrevivir…
- ¡Madre mía, lo que he aprendido hoy
son sólo haber encontrado unas plumas!
Hasta aquí el relato. Como ya he dicho antes espero que les haya gustado a vuestros niños y hayan aprendido algo con él. Espero que ahora, cuando vayan al campo, se acuerden de él.
¡Un saludo y gracias por leerme!
Estupendo trabajo. Muy buena idea y muy didáctico. Mi hijo pajarero me pregunta si podría haber sido alguna rapaz nocturna.
ResponderEliminarEstupendo. Le paso el enlace a una amiga que es maestra. Es muy necesario enseñar cosas de este tipo a los niños.
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