UN PEQUEÑO RELATO DE RASTREO

¡Muy buenas!
Espero que os guste.

La niña señaló una piedra grande a un lado del camino:
- ¡Alguien ha hecho cacas encima de esa piedra!
Me acerqué a mirar y le dije,
-es un zorro, cariño.
- ¿Por qué lo ha hecho ahí encima? ¡Lo va a ver todo el mundo!
- Precisamente por eso lo ha hecho: para que se vea. Los zorros marcan su territorio con sus cacas. Las dejan en lugares visibles y así se aseguran de que otros animales las ven y reconocen ese sitio como la zona donde el zorro tiene su casa cerca. Por cierto, ¿qué crees que ha sido? ¿Un señor zorro o una señora zorra?
- No lo sé...
- Dicen que cuando son chicos dejan las cacas en un sitio alto, como esta piedra. O como pudiera ser un matorral. Y que cuando la caca está en el mismo suelo, normalmente en el medio del camino para que se vea tal y como te he dicho, entonces es una chica. De todas formas es lo que se dice, no se ha comprobado suficiente....
- ¡Qué curioso!
- Si, cariño, pero fíjate en otro detalle más: por aquí ha pasado un jabalí.
- ¿Cómo lo sabes? No se ve ninguna huella...
- Para saber por donde ha pasado un animal no son siempre necesarias las huellas. A veces, como aquí, hay hojas y no arena y no se ven esas huellas. Pero se puede saber por otras señales.
- ¿Cuáles?
- Mira, fíjate: este matorral está manchado de barro. Tú sabías que a los cerdos les gusta bañarse en el barro, ¿verdad? Pues los jabalíes también lo hacen, porque son familia de los cerdos y también les gusta lo mismo. Lo hacen para estar fresquitos, para divertirse y para quitarse los insectos que les pican, como las pulgas.
- ¡Es verdad! Cuando fuimos con el cole a la granja escuela vimos a los cerdos jugar en su bañera de barro.
- ¡Correcto! ¡Exactamente así se llama también en el caso de los jabalíes! Y oye, ¿por dónde crees que se ha marchado?
- Buf.. no lo sé...
- Mira, fíjate una cosa: el arbusto está manchado sólo por este lado, no por el otro. Lo que significa que el animal venía de ahí e iba hacia allí. Este lado del arbusto es con el que ha tocado con el cuerpo y por eso está manchado y ese no.
- ¡Anda! ¿Y tú crees que tenía su bañera cerca?
- Puede ser, porque mira: cuanto más manchado está el arbusto es porque más manchado tenía el cuerpo de barro, y además todavía húmedo. Cuando el arbusto tiene poco barro es porque el jabalí ya apenas lleva ya barro encima o se ha secado...
- ¡Aquí hay mucho barro, eso es que está cerca! ¿Podemos ir a buscarla? ¡Por fi, por fi, por fi!
- De acuerdo, será un bonito ejercicio de rastreo... ve siguiendo los arbustos y las manchas de barro y llegarás hasta él.
...
- ¡Mira papá, ahí hay un montón de barro! ¿Es eso lo que buscamos?
- ¡Sí, cariño! ¡Muy, muy bien encontrado! ¡Eres todo una experta rastreadora!
- ¡Bien, bien, bieeeen!!!
- Mira, te enseño una cosa. ¿Ves el pino que está aquí al lado de la bañera?
- Sí, está muy manchado de barro.
- Exacto, eso es porque los jabalíes, cuando se llenan el cuerpo de barro, se lo quitan frotándose contra el árbol, y así de paso también se rascan. ¡Les gusta mucho! A esto se le llama "rascadero".
- ¿Entonces ahí se ha rascado un jabalí para quitarse el barro?
- Si, mi vida. Y si te acercas y observas detenidamente, incluso puedes encontrar algún pelo que se haya quedado enganchado, así puedes analizar cómo es el pelo de este bicho.
- ¡Mira, mira! ¡Aquí hay pelos!
- ¡Perfecto, cariño! ¿Te parece que los recojamos con las pinzas y nos los llevemos a casa para mirarlos con la lupa?
- ¡¡¡Sí!!! Y oye, mira que seta hay también en el árbol donde se ha rascado el jabalí...
- Sí, se llama "hongo yesquero", aunque también tiene el nombre de "pezuña de caballo", porque su forma recuerda a los pies de los caballos.
- ¿Se come?
- No, esta no. Pero sirve para otras cosas: esta seta la utilizaban los pastores hace muchos años para encender fuego o para mantenerlo encendido durante horas y poder alumbrarse, como una antorcha.
- ¿Y no sale del suelo, como las demás setas?
- No todas setas salen del suelo, algunas, como esta, crecen en los troncos de los árboles. Y, ¿sabes qué? Los árboles pueden enfermar y acabar muriéndose por esta seta..
- Oh, que pena..
- No te apenes, vida. Esto a su vez, sirve para otros animales...
- ¿Por qué? No te entiendo...
- El hongo yesquero hace que el árbol enferme, y la madera se vuelva más blanda. Además, la fermentación que produce en la madera hace que el árbol esté más caliente, como si tuviera fiebre...
-¿Y? No te entiendo...
- No se te ocurre qué animal puede aprovecharse de una madera un poco más blanda de lo normal y que a su vez esté calentito?
- Pues no, la verdad es que no...
- ¡Los pájaros carpinteros! Hacen sus nidos dentro de los troncos de los árboles. Gracias a esta seta, al estar la madera más blanda, les cuesta menos hacer el agujero del nido, y también, al estar más caliente el árbol, los pollitos del nido no pasan tanta calor...
- ¿Entonces puede ser que en este árbol haya un nido de pájaro carpintero???
- Puede ser. ¿Por qué no lo buscas y así lo averiguas?
- ¡Mira papá! ¡Allí, allí se ve un agujero! ¿Será ese el nido?
- ¡Sí, muy bien encontrado!
- ¿Habrá pollitos?
- Bueno, puedes saber si el nido se ha construído recientemente o no si hay serrín en el suelo. Si se ha hecho hace poco todavía encontrarás..
- No veo que haya...
- Puede ser que no sea nuevo, o que ya no quede. ¿Quieres mirar con los prismáticos el agujero, a ver si ves algo dentro?
- ¡Sí, si!... A ver... no veo ningún bicho...
- Déjame mirar a mí. No, no se ve ningún bicho, ¡pero en el nido se ve una cosa super interesante!
-¿ El qué? Yo no veo nada...
- Fíjate que el agujero está cubierto de algo marrón...
- Ah, sí. ¿Qué es?
- Es barro.
- ¿Y por qué ha puesto barro el pájaro carpintero en su nido?
- Porque ahora esta casa ya no es de un pájaro carpintero, cariño. Ahora es de un Trepador azul.
- Me suena, pero ahora no sé cuál es...
- Es normal, cariño. ¡Hay muchos pájaros! Pero te diré una cosa: aquí en el bosque, o incluso en parques y jardines, sólo hay dos pájaros que trepen el tronco de los árboles: el agateador, que sólo trepa el tronco hacia arriba, y el trepador azul, que lo puede hacer hacia arriba y hacia abajo. Así que si ves trepar por el tronco a un pajarito chiquitito, ya podrás saber cuál puede ser según la dirección en la que trepa.
- ¿Y ahora vive ahí?
- Puede ser, sí. El trepador azul es un pajarito que no hace nidos directamente, aprovecha otros ya construídos. La mayoría de las veces, como en este caso, utiliza nidos que antes han sido de pájaros carpinteros.
- ¿Y por qué pone el barro?
- Porque así hace la entrada más pequeña, de manera que no puedan entrar bichos grandes a comérselos a los papás, a los polluelos, o a los huevos.
- ¿Y estos pájaros comen piñas? Porque el suelo está lleno de piñas comidas...
- No. El trepador azul se alimenta de insectos. A los animales que se alimentan de insectos se les llama "insectívoros". El animal que se ha comido estas piñas es otro...
- ¿Una ardilla?
- ¡Casi! Ha sido un ratoncillo.
- ¿Como lo sabes?
- Porque la ardilla es un bicho muy grande para la piña, y cuando se la come la destroza y deja como unos hilillos, fruto de arrancar los piñones con mucha fuerza. Sin embarco, cuando lo hace un ratoncillo, como tiene menos fuerza y unos dientes más pequeños, se come la piña con mas cuidado y la deja perfectamente roída, sin los hilillos que te he comentado. Se la come de una forma más detallada, por decirlo de alguna forma. Por cierto.. vámonos ya que la mamá nos espera, no quiero que nos retrasemos y se preocupe.
- De acuerdo... ¡Hoy he aprendido mucho, papá! Ha sido una excursión genial.
- Me alegro, mi vida. Como puedes comprobar, puedes ver que hay muchos animales cerca tuyo, más de lo que pensabas, aunque casi nunca se ven. Y lo puedes saber no sólo por las huellas, si no por las cacas, las costumbres que tienen o restos que han dejado de comida. ¿A que no te esperabas que hubieran zorros o jabalíes tan, tan cerca de casa? Pues gracias al rastreo has podido comprobar que sí. Además has conocido una seta nueva, que aunque no se coma puede ser útil de otra forma, y cómo unos pájaros se aprovechan de los árboles o incluso de los nidos de otros.

La niña echó un último vistazo a la bañera de jabalíes y exclamó:
- ¡Que montón de huellas! ¡Cuántas pezuñas! ¿Todas son de jabalí?
- No, cielo. Algunas de estas pezuñas son de jabalí y otras de otros bichos. Pero eso ya te enseñaré que bichos son y cómo diferenciarlas en otra excursión...

Hasta aquí el relato. Ficticio... o no. Enseñarles a vuestros hijos a vivir la naturaleza, a valorarla. Momentos educativos, sanos, entre padres e hijos. Debemos ayudarles a crecer como personas y a conservar nuestra naturaleza, nuestro planeta. Porque no hay que pensar "¿qué planeta les estamos dejando a nuestros hijos?" si no "¿Qué hijos le estamos dejando a nuestro planeta?"

¡Un saludo y gracias por leerme!
Os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook a través del grupo "entre pinos y sembrados" o en Twitter con la cuenta @pinosysembrados.

¡Hasta el Jueves que viene!

Comentarios

  1. Solo con leer este relato ya he aprendido mucho de esos indicios que he visto con frecuencia en el campo. Gracias por compartirlo!

    ResponderEliminar
  2. Solo con leer este relato ya he aprendido mucho de esos indicios que he visto con frecuencia en el campo. Gracias por compartirlo!

    ResponderEliminar
  3. Muy bonito e instructivo. Que sigan quedando algunos rincones cerca de nuestras casas donde poder enseñar a nuestros hijos

    ResponderEliminar
  4. Me ha gustado el relato mucho. Aunque unos añitos más mayor que esa niña ficticia--o no--, a nivel de conocimiento de la naturaleza, huellas, ratros... no ando tan lejos de sus conocimientos y el relato me recuerda que hay que mirar y cómo mirar y fijarse para enriquecer lo que antes hubiera sido un sencillo paseo por el campo para "tomar aire fresco"

    ResponderEliminar
  5. Muchísimas gracias a todos por los comentarios! Me alegro que lo hayáis disfrutado, no esperaba tanta aceptación por parte de la gente...
    Espero que os haya entrado gusanillo con esto del rastreo, permite tener una interpretación del entorno, una contextualización, una escala (o dos) por encima de lo que es una simple salida al campo. Os animo a que hagáis algún curso de estos, tendréis una lectura del monte desde otra dimensión apasionante!
    Saludos a todos, gracias por leerme y por dedicar unos minutos de vuestro tiempo en comentar el post.

    ResponderEliminar
  6. Gracias, soy red ronin, se lo voy a leer a mis hijas esta noche, seguro que les encanta!!!

    ResponderEliminar
  7. Un relato estupendo, me gusta lo que transmites y el modo en que lo haces. He tomado algunas notas que se vienen a mi mochila, lo pondré en práctica pronto

    ResponderEliminar
  8. Gracias por un relato encantador e instructivo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario