CURIOSO COMPORTAMIENTO DE LOS ERIZOS

¡Muy buenas!

Hoy quiero copiar en el blog una entrada que el divulgador de Twitter Álex Richter Boix (@boixrichter, os animo a que lo sigáis, es todo un referente de la divulgación en Twitter) me ha cedido amablemente y que describe un curiosos comportamiento de los erizos. Dice así:

"Estos animales realizan unas acciones similares a las que llevan a cabo los Noanamá Chocó y Emberá Chocó en América del Sur, conocidos por untar la punta de los dardos de sus cerbatanas con el veneno de ranas venenosas del género ‘Phyllobates’, y que usan para cazar a sus presas.

Los erizos realizan algo parecido, no para cazar, si no para mejorar sus defensas. Para ello, se untan las púas con las toxinas de los sapos del género ‘Bufo’, las bufotoxinas (Los sapos usan estas toxinas para disuadir a los depredadores, pero con los erizos no funciona. Son resistentes a estas toxinas, de manera que depredan activamente sobre los sapos.)

A lo que vamos: Se ha observado que, en ocasiones, cuando matan a un sapo, muerden sus glándulas parótoideas donde se concentra la mayor cantidad de toxinas. Posteriormente las mastican y producen una mezcla espumosa con su saliva que luego extienden sobre sus espinas. Parece ser que hay observaciones de erizo común, ‘Erinaceus europaeus’ con este comportamiento.






El experimento que comentaba más arriba en el que se demuestra esta conducta se llevó a cabo con erizos del género ‘Atelerix’, de origen africano, y del que aquí tenemos en el levante al erizo moruno: ‘Atelerix algirus’. El trabajo es antiguo (1977) y para quien se lo quiera leer más detenidamente está disponible aquí. No he encontrado nada más moderno, pero desde luego, no sé si hoy podría llevarse a cabo un experimento como el descrito no solo por el sacrificio de sapos para alimentar a los erizos en el laboratorio, sino porque después el autor probó en sí mismo y en 6 voluntarios si el untarse las toxinas del sapo en las espinas mejoraba su defensa. Para ello se clavaron varias espinas de erizo, algunas de ellas untadas con las toxinas de sapo, otras desinfectadas con alcohol y otras normales. Sin saber cuál era cuál (menos el autor, claro). Puntuaron el dolor de cada una de ellas.



Resultó que las espinas con toxinas de sapo eran las más dolorosas y las que prolongaban más el escozor. De ahí que el autor sugiera que la conducta del erizo tiene una función protectora. Aquí dejo un vídeo donde puede verse el comportamiento entero (desde la predación hasta el lamerse las puás después).


Y bueno, hasta aquí la entrada de hoy con este curioso comportamiento.

Agradecerle una vez más a Álex la cesión de su hilo en Twitter para el blog y os animo a que lo sigáis pues es uno de los divulgadores más importantes de nuestro país y de Twitter. ¡Lo váis a disfrutar! Lo podéis hacer a través de su cuenta @BoixRichter.

Espero que hayáis aprendido algo nuevo con la entrada.

¡Hasta la próxima!


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