REFLEXIÓN: LA NATURALEZA NOS DEMUESTRA QUE EL TODO ES MAYOR QUE LA SUMA DE LAS PARTES

¡Muy buenas!
Me estoy leyendo el libro "Manual para observar e interpretar paisajes" de Francisco Javier Barbadillo Salgo y publicado por Ediciones Tundra y hay un par de detalles que me han gustado especialmente. Uno de ellos habla sobre cómo interpretar los elementos de un paisaje, y es lo que me ha animado a escribiros la entrada de hoy.

En algún vídeo he comentado que un paisaje está determinado por 4 factores: 
- Factores geológicos, determinados por la corteza terrestre y su composición.
- Factores meteorológicos, que van modelando con la erosión el paisaje.
- Factores biológicos, resultado de las comunidades de los seres vivos que habitan en él y las relaciones que se establecen entre ellos  .
- Factores antrópicos (es decir, derivados del ser humano), pues ya sabemos que el hombre mete mano y modifica cuanto tiene a su alrededor, colocando elementos en un paisaje o realizando actividades que lo transforman.

Dentro de estos factores nos encontramos varios elementos (que también pueden agruparse en las 4 categorías anteriores) y que muchas veces nos paramos a analizar. Y aquí, con esto, quiero ya hacer un inciso: si bien es cierto que un paisaje viene dado por la observación de un terreno, a los elementos que lo forman se puede acceder a través de todos los sentidos. Intentaré explicarme:
 como ya he dicho anteriormente un paisaje está formado por unos elementos... pero en la mayoría de las veces no los vemos porque en ese momento no están a nuestro campo visual o cualquier otro motivo. Por ejemplo: supongo que no hay ningún tipo de duda en que el ganado modela un paisaje. ¿Qué pasa si en ese momento no lo vemos? ¿Que deja de serlo? En absoluto. Y, quizás, si ponemos la oreja, oigamos los cencerros de las cabezas. Así pues, estamos accediendo a otro elemento (modelador en este caso) del paisaje pero sin utilizar la vista y sí otro sentido diferente como es el oído. Otro ejemplo sería que oigas por ejemplo el sonido de un carbonero garrapinos a tu espalda y saber que, con muchas probabilidades, haya un pinar detrás tuyo. O el sonido de unos vencejos...¡Un paisaje en verano! Más ejemplos: si oyes el sonido de una cigüeña, ¿no te viene a la cabeza un campanario?

Incluso a veces es difícil identificar las plantas de un paisaje porque está demasiado lejos pero se accede a ellas con el olfato: ¿Cuántos de vosotros podríais identificar un pinar con los ojos cerrados, solo por el olor? ¿O un tomillar? ¿O el mar?

También el tacto nos puede ayudar a interpretar o identificar un paisaje: desde reconocer tocando la arena de la playa a ciertos minerales o rocas.  

Y es aquí, donde quiero llegar con la entrada de hoy: no basta con observar los elementos: hay que acceder a ellos a través de todos lo sentidos. En general la naturaleza hay que vivirla con los 5 sentidos. De forma general dependemos demasiado del sentido de la vista, lo que hace que el resto de sentidos los descuidemos sin prestarles atención. Probadlo: cuando estéis en la naturaleza haced un barrido observando lo que hay alrededor, analizándolo. Un par de minutos serán suficientes. Y después, seguidamente, cerrad los ojos y sentid lo que hay: Al cerrar los ojos, el ser humano se siente vulnerable, haciendo que los demás sentidos se "despierten", se acentúen. Y os daréis cuenta que oís más, que sentís más. Incluso oleréis más, porque antes no erais receptivos del todo a este tipo de estímulos al tener los sentidos correspondientes "eclipsados" por nuestra excesiva dependencia al sentido de la vista.
Este es un ejercicio que realizo alguna vez cuando algo una salida guiada, y es sorprendente la reacción y los comentarios de la gente "Pues me he dado cuenta que huele mucho a pino, no lo había notado hasta esto", "pues he estado escuchando el aire en los árboles, no me había fijado antes" o incluso "he notado que hace frío. No tenía antes".

Bien, vamos avanzando: ya hemos hablado de por qué factores está compuesto un paisaje. También de que está compuesto de multitud de elementos, a los que se recomienda acceder no sólo por la vista si no también por el resto de nuestros sentidos... pero ahora viene lo mejor: No nos podemos limitar sólo  a ser conscientes de estos elementos... no. Porque estos elementos... ¡SE RELACIONAN ENTRE ELLOS! Lo que hace que el poder de interpretación de un paisaje todavía sea mayor. Os explico:

No es lo mismo un "pinar" que un "pinar de pino silvestre debido a que el suelo es silíceo donde predominan los páridos como el carbonero garrapinos o los pícidos como el pico picapinos que se escuchan de fondo". En el primer paisaje hemos hablado de una forma muy general, sin apenas interpretar. En la segunda, hemos interpretado el paisaje desde varios de los factores que lo crean, así como las especies que viven en él fruto de las relaciones entre los elementos, que también forman parte del paisaje y a las que hemos accedido a través del sentido del oído para poder tener más información y vivirlo de una manera más completa e intensa.

Otro ejemplo: 

Fijaos como donde un paisaje puede parecer algo estático las relaciones que se dan continuamente entre los elementos que lo componen hacen que realmente sea algo dinámico. ¡Y ya ni te digo si dentro de las posibles variables metemos la del tiempo! Pues la temporalidad todavía da más dinamismo. De ahí el título de la entrada de hoy que hace referencia a la escuela psicológica de la Gestalt: "el todo es mayor que la suma de la partes", haciendo referencia a que fijándonos no sólo en los elementos si no ampliando a las relaciones entre ellos se multiplican las posibilidades. 

Y, para finalizar pero siguiendo con temas relacionados con la psicología, quería hacer mención al hecho del conocimiento de los elementos del paisaje: según el antiguo filósofo prusiano Inmanuel Kant es imposible conocer estos elementos pues  "Los seres humanos somos ciudadanos de 2 mundos: el mundo de "la cosa en sí" (que es el mundo externo) y el mundo interno de la propia percepción (cómo percibe las cosas cada persona)." El caso es que "la <<cosa en sí >> no podrá conocerse nunca del todo pues como tal es incognoscible e inabordable para el ser humano; y el <<mundo interno>> es siempre subjetivo". Por tanto, "cuando experimentamos un objeto se convierte en una <<cosa tal y como la percibimos>>". Entonces por mucha ciencia que demuestre cómo funciona un paisaje o la naturaleza y/o sus elementos que la componen...
¿¿LA LLEGAREMOS ALGUNA VEZ A ENTENDER/CONOCER TAL Y COMO ES???

Y, para finalizar, algunas fotos de paisajes que han aportado algunos de mis seguidores de Twitter (@pinosysembrados, para el que quiera añadirme):

Ramiro de Tarraconensis:



Danieltxo pajaragüer:



Antonio García:



J.R.:



Fernando Barrachina:



Arla Saavedra:




Lenin:



GessamiDR:



Nayeli ma´´itsoh:




Itziar Almarcegui:




Roberto Huisa:





Rafa Blanco:




Rafa Villaplana Planells:




Julitros Martinovic:




Eduardo Gómez:




Arturo Navarro:




Borja de Maradiaga:





Jordi Blasi Escudé:





Monononononoke:




Ales Cantero:




Feldespato:




Geomariano:




Alfonso Carlos:




Burikers:





Afayaivos:





Marta:





Clarastar:





Tierrayagua:





Balaustrebaladí:





Pekin amen:





Aupaxabiertxo@gmail.com:





Javier Aguierre:





Miriam Urtaran:




Marcos Meana:




Dani Martínez:





Mar Caso:




Actores de Darwin:




Màlu:





Jorge Trevín:





Kambalaya:




Sí a las fuentes del Cega:




Julio García:




S.:
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Annaïs Pascual:
Imagen



A todos vosotros... ¡muchas gracias por querer contribuir! Creo que os he puesto a todos.... eso sí, por motivos de espacio sólo he puesto una de cada uno de vosotros que me habéis mandado.

¡A unos gracias por contribuir y a otros gracias por leerme! ¡Un saludo, hasta la próxima!

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